Tintas pigmentadas sobre lienzo de algodón. Calidad Museo. Canto clonado.
Reproducción en lienzo de Atalayas. Barrio de los Austrias. El barrio de los Austrias, corresponde al primitivo trazado medieval de la ciudad y a la expansión urbanística iniciada por los monarcas de la Casa de Austria, a partir de los reinados de Carlos I y, especialmente, de Felipe II, que, en el año 1561, estableció la Corte en Madrid. A efectos turísticos, el nombre se emplea para promocionar los conjuntos monumentales de una gran parte de los barrios administrativos de Sol y Palacio, que representa aproximadamente una cuarta parte de la citada zona. Además de su acepción geográfica, el término Madrid de los Austrias también tiene una acepción histórica. Según esta perspectiva, la expresión se emplea para designar la evolución, preferentemente urbanística, de la ciudad entre los reinados de Carlos I, el primero de los Austrias, y Carlos II, con el que se extinguió la rama española de esta dinastía.
En la primera mitad del siglo XVI, antes de su designación como capital, Madrid era una villa de tamaño medio entre la urbes castellanas, con cierta relevancia social e influencia política. Tenía entre 10 000 y 20 000 habitantes y formaba parte del grupo de dieciocho ciudades que disfrutaban del privilegio de tener voz y voto en las Cortes de Castilla.
Había acogido en numerosas ocasiones las Cortes del Reino y, desde la época de los Trastámara, era frecuentada por la monarquía, atraída por su riqueza cinegética. Además, uno de sus templos religiosos, San Jerónimo el Real, fue elegido por la monarquía como escenario oficial del acto de jura de los príncipes de Asturias como herederos de la Corona. El primero en hacerlo fue Felipe II, que 33 años después fijaría la Corte en Madrid, y la última Isabel II.