EL SUEÑO DE UN AMERICANO EN MADRID (EDIFICIO TELEFÓNICA)

Tintas pigmentadas sobre papel de algodón de 300 gramos. Calidad Museo.   

Reproducción en Papel de El sueño de un americano en Madrid. A comienzos del siglo XX, Madrid quería convertirse en New Yok. En las primeras décadas del siglo pasado, la capital del mundo asombraba al planeta erigiendo edificios que arañaban las nubes como el Flat Iron, el Chrysler Building o el Empire State y la capital española no quería quedarse atrás. Madrid intentaría tener su propio sueño neoyorquino instalando en su centro kilómetro y medio de su propia versión de Broadway de la que adaptó hasta el nombre (Broad Way = “Vía Ancha” o “Gran Vía“). Para ello se arrasó parte del Madrid antiguo y, justo en su epicentro, en la denominada Red de San Luis, se situó el que sería durante varios años el edificio más alto de Europa. El Edificio de Telefónica, se contruyó entre los años 1926 y 1929 bajo la dirección del arquitecto Ignacio Cárdenas y tomando como modelo su homólogo neoyorquino Verizon Building, una torre diseñada para albergar y centralizar equipamientos del creciente negocio de las telecomunicaciones.

El rascacielos se encuentra situado en un solar de 2.280 metros cuadrados localizado al inicio de lo que sería el segundo tramo de construcción de la Gran Vía, posee dos sótanos, una planta baja y trece pisos adicionales.Para su edificación fueron necesarias tres mil toneladas de hormigón, tres millones de ladrillos, cuatro mil de hierro, y dos mil metros cúbicos de granito. En los subterráneos del edificio existe una galería de medio kilómetro de longitud que llega hasta la Puerta del Sol, dicha galería estaba dedicada a la comunicación exclusiva con el edificio de Gobernación (actual Ministerio del Interior). Aguantó estoicamente la Guerra Civil, sirviendo sus sótanos de refugio antibombas, y sus plantas altas como observatorios aéreos.

Hoy por hoy, la planta baja la ocupa la tienda insignia de la compañía Telefónica (ahora Movistar). Esta tienda resulta bastante interesante, pues deja entrever entre sus moderna arquitectura elementos originales del edificio. El resto de la torre que se encuentra abierto al público, está ocupado por la Fundación Telefónica con más de 6000 m2, repartidos en cuatro plantas. En una de ellas, se encuentra el Museo de las Telecomucicaciones y la Colección cubista de Telefónica.